Sube tu escalera
Hay un trabalenguas que aprendí desde niño y jamás se me ha olvidado.
Va así:
¡Intenta aprendértelo!
Mientras tanto, te cuento este cuento:
Un grupo de monos fue puesto en una jaula con una escalera en el centro que llevaba a un suculento plátano. Cada vez que un mono intentaba subir, todo el grupo recibía una descarga eléctrica. Después de un tiempo, cuando un mono intentaba subir la escalera, los demás monos lo detenían, incluso sin la necesidad de la descarga eléctrica. Pronto, los monos aprendieron la lección: no subas la escalera o te llevarás un calambrazo.
A medida que los investigadores reemplazaban a los monos originales, los nuevos también aprendían la regla, aunque nunca habían sentido la descarga. Eventualmente, todos los monos en la jaula eran nuevos, pero ninguno se atrevía a subir la escalera, aunque la amenaza original ya no existía. La tradición de evitar la escalera se mantenía, transmitida de mono a mono, sin que ninguno supiera realmente por qué.
¿Se te hace conocida esta historia?
Muchas veces hemos querido iniciar algo y cuando lo contamos, algunas personas nos desaniman argumentando que “no se puede” o “nadie lo ha hecho” o, peor aún, “así no lo hacemos aquí”.
Son monos impidiendo que subamos la escalera.
Lo más triste es que en algunas ocasiones, la oposición viene de personas que nunca han intentado algo.
Son monos impidiendo que subamos la escalera.
Muchas veces, lo mejor, es mantener el sueño para uno mismo, empezar a dar los pasos necesarios para llevarlos a la realidad; educarnos en aquello que queremos hacer, pedir consejo, realizar un presupuesto de inversión, por ejemplo. Y cuando sea el momento, sorprender a las personas con los primeros resultados.
No aceptemos un “no se puede” si nunca se ha intentado. Si no se intenta ¿cómo sabremos que no se puede o que no funciona?
Solo alguien que ha logrado sus sueños y alcanzado sus metas nos dirá “sí se puede”, “inténtalo”, “date cuenta por ti mismo”.
¿Hay monos impidiendo que subas tu escalera?