¿Qué hay de nuevo?
«¿Qué hay de nuevo?» me dice mi papá cada vez que nos vemos.
«Nada ¿y usted?» le contesto.
«Pues nada.»
«No puede ser, más de algo debe haber de nuevo.»
«Qué te diré.»
Y así, vez tras vez, mes tras mes, año tras año.
Por eso, quiero compartir contigo 3 lecciones que estoy aprendiendo en esta temporada de mi vida.
Humildad.
Agradecimiento.
Disciplina.
La humildad es la capacidad de aceptar el pasado y el presente. Sea cual sea, por mucho que se quiera, el presente y pasado no se pueden cambiar. Humildad es aceptar la realidad.
Con el agradecimiento, más que estar es ser. Ser agradecido va de la mano con la humildad. Ser agradecido es el sello de garantía de que se aprendió la lección. El agradecimiento es el antídoto para la insatisfacción.
La disciplina aplicada a todo. El trabajo, la salud, el descanso, los pasatiempos, en fin. Todo en la vida requiere disciplina. La disciplina es el respeto por el tiempo. Es dedicarle el tiempo a algo porque lo merece.
Y contigo, ¿qué hay de nuevo?